El Archipiélago de Chiloé, es una tierra llena de magia y encanto, que nos entrega increíbles lugares donde se mezcla el atractivo turístico con la más pura mitología chilota – huilliche. Uno de estos tantos parajes imperdibles es, el “Muelle de las Almas” en Punta Pirulil, comuna de Chonchi, el cual forma parte de una ruta de muelles compuesta por el “Muelle del tiempo” y el “Muelle de la Luz”.
El mito
El “Muelle de las Almas” o “Kuy-kuy Tempilkawe”, se encuentra sobre un acantilado que entrega una asombrosa vista al océano Pacífico. Según cuenta la leyenda, este es el lugar al que se dirigen las almas de los difuntos para esperar al Tempilcahue, balsero que en su embarcación de espuma blanca, tiene la misión de transportar estas almas al otro mundo.
Se dice que los lamentos de las ánimas que claman por el balsero pueden escucharse al romper las olas por los sectores costeros de Cucao y las personas que los escuchen no deben nombrarlas ni intentar comunicarse con ellas, pues según el mito, quien lo hace encuentra su muerte un año más tarde.
¿Cómo llegar?
Para llegar al “Muelle de las Almas”, se parte el viaje desde Cucao que se encuentra a una hora aproximadamente de Castro en auto o buses suburbanos, el pasaje tiene un valor de $1800 a $2000, se debe llegar al cruce de Rahue donde comienza el camino de tierra y encontramos una cabaña que indica el camino al muelle en donde se pagan $1500 por persona.
Desde este lugar se puede avanzar un trecho más hasta los estacionamientos, que poseen un costo de $2000 por auto. Aquí encontramos otra cabaña donde se pide el comprobante de pago y desde donde comienza el trekking, que ofrece hermosos paisajes, con una duración de aproximadamente 40 minutos a una hora hasta nuestro destino, el “Muelle de las Almas”.
Un poco de su historia
El mítico muelle, como ahora lo conocemos, fue construido el año 2005 por el escultor Marcelo Orellana Rivera, quien también es el creador de otros dos muelles ubicados en otros puntos de la Isla. Marcelo, es oriundo de Santiago, pero hoy reside en la localidad de Cucao y fue quien materializó el mito.
El escultor propuso establecer la obra en el lugar físico desde donde cuenta la tradición oral, las almas, entre lamentos, llaman al balsero. La construcción fue elaborada con maderas naturales y toma en cuenta cada particularidad del mito.
La escultura se encuentra proyectada de forma ascendente, lo que jugando con la vista da la impresión de ir caminando hacia el fin de todo, que es prácticamente a lo que aludía Marcelo para significar el camino al más allá, lleno de curvas y con un final cada vez más angosto, más solitario.
El “Muelle de las Almas” se ha hecho cada vez más conocido, inclusive siendo catalogado por Tripadvisor en 2018 como el quinto principal atractivo turístico de la hermosa Isla Grande de Chiloé. Un lugar lleno de encanto y espiritualidad….
¡Imperdible de paso por Chiloé!